En el pasado, la automatización logística se dividía en dos campos: los AGV que sólo vivían dentro de los almacenes y los camiones autónomos que sólo circulaban por las autopistas. Pero el verdadero problema de la logística de última milla reside en los "últimos 500 metros", donde las mercancías deben cruzar calles concurridas de la ciudad, ingresar a parques industriales cerrados y finalmente atracar en una plataforma de almacén.
Hoy quiero analizar cómo rompimos estas barreras de escenarios con un solo vehículo.
Versatilidad de escenarios: la "prueba definitiva" para la autonomía
Para un gerente de logística, el equipo ideal es aquel que pueda "entrar, salir y funcionar de manera constante" en cualquier lugar. Esto requiere que el vehículo tenga una adaptabilidad extrema a escenarios.
Carreteras urbanas abiertas: manejo de semáforos, tráfico mixto (automóviles y bicicletas) y situaciones de emergencia impredecibles.
Entornos industriales/campus: interactuar con sistemas de puertas, realizar cambios de sentido en carriles estrechos y colaborar con montacargas y peatones.
Áreas interiores/sótanos: Atraque preciso en muelles de carga incluso en entornos sin señal GPS.
Tecnología central: SLAM de alta precisión y fusión de sensores
La razón por la que nuestro vehículo sobresale como AMR para interiores y exteriores radica en su "cerebro" y sus "sentidos".
Posicionamiento independiente del GPS: muchos campus y áreas interiores tienen señales deficientes. Utilizamos algoritmos SLAM basados en LiDAR, que permiten que el vehículo se mapee y posicione en tiempo real escaneando características ambientales, logrando una precisión de centímetros.
Percepción total de 360 grados: Equipado con múltiples cámaras de profundidad y radares ultrasónicos, el vehículo percibe todos los objetos dinámicos dentro de un rango de 0,1 ma 150 m.
Compatibilidad con varios modelos: ya sea la versión Wing-door, Flatbed o Cold Chain, todos comparten este potente chasis autónomo, lo que garantiza la coherencia operativa en las diferentes necesidades empresariales.
Comparación de escenarios: soluciones tradicionales versus ALV para todos los escenarios
| Característica | AGV tradicional/robot de entrega | Nuestro ALV L4 para todos los escenarios |
| Velocidad máxima | Generalmente < 10 km/h | Hasta 40 km/h (Equilibrio de velocidad y seguridad) |
| Eliminación de obstáculos | Sólo suelos lisos | Soporta pendientes, badenes, caminos sin pavimentar. |
| Navegación | Tiras magnéticas o reflectores simples | Mapas de alta precisión + percepción de 360° |
| Derechos viales | Solo en interiores o aceras | Vías Urbanas Abiertas + Vías Internas del Campus |
Un caso de uso del mundo real
Imagine este flujo de trabajo: un vehículo urbano autónomo sale de un centro de clasificación y viaja a 40 km/h por las calles de la ciudad. Al llegar a un campus corporativo grande, se comunica automáticamente con el sistema de puerta para ingresar. Luego circula por estrechos carriles entre fábricas y atraca precisamente en el muelle de carga del almacén n.º 3.
Sin intervención humana, sin intercambio de vehículos, lo que reduce drásticamente los costos de carga y descarga durante el tránsito.
Conclusión
La logística del futuro ya no consistirá en islas aisladas. Necesitamos vehículos "todo terreno" capaces de desplazarse libremente entre las arterias de la ciudad y los capilares corporativos. Nuestro vehículo logístico autónomo para todos los escenarios L4 nació para romper estos límites.